lunes, 26 de noviembre de 2007

Gloria...


Juan 5:41 “Yo no acepto gloria que venga de los hombres. Además los conozco a ustedes y se que no tienen el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan, en cambio si viniera otro en nombre propio, a ese lo aceptarían. ¿Cómo pueden creer ustedes, si reciben gloria los unos de los otros y no buscan la gloria que viene del Dios único? No crean que yo los voy a acusar delante de mi Padre; el que los acusa es Moisés mismo, en quien ustedes han puesto su confianza. Porque si ustedes le creyeran a Moisés, también me creerían a mí porque Moisés escribió acerca de mí. Pero si no creen lo que escribió ¿cómo van a creer lo que yo les digo?


Más que contundentes las palabras de Jesús: “Yo no acepto gloria que venga de los hombres.” Por lo tanto, tampoco acepta a los que se glorían entre los hombres, pues los que hacen estas cosas no tienen el amor de Dios. Si no tienen el amor de Dios tampoco tienen a Dios que es amor. El único amor que pueden tener es el contrario al amor del Señor: Amor que no tiene paciencia, malo, celoso, jactancioso, ostentoso, arrogante, indecoroso, buscador de lo suyo, injusto, alejado de la verdad, del sufrimiento, que nada cree, nada espera y nada soporta. Amor que no prevalece. Creo firmemente que todos nos hemos topado alguna vez con este tipo de “hermanos”.
*
Otra diferencia entre los amantes de la gloria de hombres y los de la gloria de Dios es nombre de quien vienen. Los primeros se autopromocionan con sus propios nombres y son aceptados. Los otros solo andan en el hombre del Padre y no son del todo aceptados. ¿Has visto algunos? Yo si.
*
¿Creerán alguna vez una palabra de Verdad los amantes de la gloria de hombres? Pueden pretender o mostrar que creen, pero en definitiva solo creen en sí mismos y en las adulaciones de sus seguidores.
*
Veamos a Moisés en las palabras de Jesús, como estereotipo de las normas y tradiciones para acceder a Dios. De esta forma entenderemos que las mismas normas y tradiciones son las que acusarán a los que se glorían entre los hombres, puesto que se ha puesto la confianza en las reglas, confiando en el poder de sus propias justicias.
*
No es que ignoremos las reglas, tradiciones o normas antiguas, sino que a través de la fe en Jesús, todas ellas han sido cumplidas.
*
Ahora solo pensemos lo siguiente. Si por la fe en Jesús han sido cumplidos todos los requisitos y reglas necesarias…¿para qué seguimos inventando mas? ¿Si no creemos lo que ya fue cumplido, como vamos a creer en lo que él mismo dice?




No hay comentarios: