sábado, 12 de abril de 2008

Carta


Mis amados hermanos,

Que la paz de Cristo repose sobre sus vidas.

Les voy a compartir un testimonio.

Recientemente me encontraba en una ciudad donde no tenemos iglesia de nuestro concilio. Un joven ahogado por las drogas me pedia que lo ayudara. Yo fui a verlo, estaba tirado en un rincón de una calle de un barrio bien peligroso. Lo recogi, lo puse en mi auto, y comence a buscar una iglesia para dejarselo a un pastor del area ya que yo tenia que partir. En la primera iglesia donde fui, me dijeron que ellos ahora no me podian atender porque ellos no tenian alli ese tipo de ministerio que el joven necesitaba, que mejor buscara una iglesia que se especializara en ese tipo de ayuda. Después de varias llamadas, logre comunicarme con otro pastor, alli se me dijo que en esos momentos no me podian atender que volviera a llamarlo al otro dia. Les confieso que tuve que respirar profundo, pedirle a Dios sabiduría para no responder en la carne sino siguiendo lo que el Espiritu de Dios me decia. Llegue a una tercera iglesia donde estaban en una reunion, y un pastor asociado después de ver el caso, me dejo sin respuesta, prácticamente me ignoro. Al final, el joven me dijo de una tia que tenia en otra ciudad, me comunique con su tia, le compre el pasaje, ore por el y lo envie.

El que no puede dejarlo todo por amor a una alma, aun cuando esa alma no piense como uno, y aun cuando esa alma no vaya a darnos ningun beneficio, no puede amar a las multitudes. Hoy hay un grito que salta desde mi interior, un grito que no puedo callar. El ministerio es visitar al que esta preso, ir a donde el enfermo, libertar al cautivo, llevarle una palabra de esperanza al que siente que se ahoga, abrir el camino por donde otros han de pasar, regocijarse cuando un alma se salva aunque no sea en tu congregación, construir y no destruir.

Estamos viviendo tiempos altamente peligrosos. Tiempos de doctrinas de seduccion. Hombres y mujeres construyendo sus propios reinos y miles de vidas que le siguen sin escudriñar si estan siguiendo el camino de Jesús. Aun cuando estas vidas aman al Señor, se dejan seducir por olas, y comprometen asi el evangelio de Cristo.

Recientemente, leyendo algunos escritos en el Internet, vino a mi una Palabra de Dios, son amadores de si mismos.

Mi deber como maestro de la Palabra de Dios es traer luz en medio de las tinieblas. Me pregunto como se debe de sentir mi Señor, aquel que lo dio todo por mi, a quien amo con todo mi corazon. No me refiero a hermanos que tienen diferentes maneras de interpretar la Palabra. Tampoco me refiero a personas que son de diferentes denominaciones o concilios cristianos. Mi preocupación es cuando veo al mundo disfrazarse de iglesia, cuando veo la apostasia frente a mis propios ojos arrebatar aun a los que hoy estan sirviendo al Dios viviente. Muchos del mundo se disfrazan de iglesia y usan la iglesia como un negocio personal. Se dan titulos grandes. Pero al final no son ministros del evangelio sino lobos que se visten de ovejas para sacar beneficio propio.

Mi Jesús, siendo dueño de todo, mientras camino por esta tierra, se ocupo de buscar al perdido, al que no tenia que ofrecer. Imponia manos, oraba por todos los que venian a el. Viajaba largas horas para libertar a una sola persona que estaba prisionera de Satanas.

Hoy veo hombres que en el nombre de Jesús predican grandeza, hablan de reinos pero menosprecian ministerios, hacen sus propios circulos, grupos, dejando afuera a todos aquellos que no piensan como ellos. Juzgan, usan el pulpito para criticar y ofender a siervos y siervas del altisimo. Denuncian como ignorantes a vidas que en el pasado lo dieron todo por nuestro Rey, diciendo que no tenian la revelacion que ellos tienen hoy. Menospreciando a hombres y mujeres que cuando clamaban al cielo movian la mano de Dios.

Mi carta, amados hermanos, no va dirigida a los lideres de esas tendencias. Mas bien, esta carta es para ti, para ese siervo y sierva de Dios que predica una palabra sencilla, que sigue cada dia buscando en humildad aprender mas de nuestro Padre Celestial. Te ruego delante de Dios que no te dejes seducir por doctrinas extrañas. Que te mantegas fiel al evangelio de Cristo, al que nos enseña la Biblia, a ese evangelio donde no hay que estar trayendo fuego extraño al altar de Dios. Quizas la palabra que nosotros predicamos parece no tener mucho colorido, pero te aseguro que la uncion de Dios nos respalada, que su poder se manifiesta, que su amor se queda en cada corazon que la recibe.

Ser cristiano es un estilo de vida. No podemos pretender ser perfectos, tenemos que hablar con toda honestidad. No podemos poner nuestra mirada en el hombre porque todos en algun momento le faltamos a Dios. Mi vida como cristiano depende de mi Cristo y si me sujeto a mis autoridades, pero mi autoridad maxima es Cristo Jesús y nunca por obedecer a una persona puedo ir en contra de la Santa Palabra. Jesús me dejo dos mandamientos, Amar a Dios con todo mi corazon, con toda mi alma, y con toda mi mente, y amar a mi projimo como a mi mismo. El vivir una vida de celos, de contiendas, de chismes, de alianzas, no es vivir como cristiano. El cristiano vive no construyendo un reino, ya el reino esta establecido, sino siendo esa piedrecita la cual nuestro Señor usa para edificar.

Yo te aconsejo amado hermano y hermana que si te encuentras en una iglesia de extraña doctrina donde los lideres son amadores de si mismos que mejor busques una iglesia sencilla, humilde, pero donde se visiten a las vidas, donde se ore por el caido, donde el pulpito sea usado para predicar la palabra de Dios y no para exaltar al hombre. No te dejes llevar por la apostasia. Ningun hombre es perfecto, ninguna congregación lo es. Pero el amor por las almas tiene que ser lo mas importante.

Dios te bendiga!
Ministerios Ungido
www.ungido.org

Pr Pablo Caballero
Articulo: Una Sana Doctrina