martes, 6 de febrero de 2007

Todo y en Todos



Colosenses 3:9-11 “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circunsición ni incircunsición, bárbaro ni escita, siervo ni liebre, sino que Cristo lo es todo, y en todos.”

Versión Reina – Valera 1960



Muchas veces hemos oído hablar acerca de despojarnos del viejo hombre y revestirnos del nuevo. El mensaje de hoy es para agregar algo que distingue a estos dos hombres. Centremos nuestros ojos en donde menciona al “viejo hombre con sus hechos”. Esta bien decir que el viejo hombre es el de los hechos pecaminosos. Pero también el viejo hombre es el de los Hechos. El hombre que le gusta Hacer para ser visto o que simplemente hace lo que hace, porque es lo que le enseñaron. El principio del Hacer hoy se encuentra dominante por sobre el principio del Ser. Se nos habla del Ser, pero mas de la necesidad de Hacer para Ser. Y la verdad es que cuando se tiene la convicción de quien es uno mismo, no es necesario ni obligatorio hacer nada. El Ser hace que las cosas simplemente ocurran a nuestro alrededor. Se puede comprobar que no hay nada descabellado en esta enseñanza cuando vemos a Jesús tentado en el desierto. ¿Qué clase de tentación recibió Jesús? Precisamente la de entrar a este principio esparcido por el diablo. “Si eres el Hijo de Dios…haz que las piedras se conviertan en pan…salta y que te sostengan los ángeles…” Todo lo que el diablo quería poner en duda, era la identidad de Jesús, hacerlo dudar de quien era verdaderamente y que lo demuestre. Si sabemos quienes somos en Cristo no tenemos nada que demostrar. Solo se Es y punto. Recordemos: “Este es mi Hijo Amado en quien tengo complacencia…”
Ahora…si el hombre viejo es el que se alimenta del Hacer y Demostrar constantemente quien es, ¿Cuál es el nuevo hombre? Precisamente el que se va renovando hasta el conocimiento pleno. ¿Pero el conocimiento pleno de que? El conocimiento pleno de que Cristo lo es todo y en todos (no en unos pocos). Es por eso que adquirir este conocimiento o esta revelación te demuestra que para Dios no hay distinciones sociales o espirituales. Por eso es que dice: “… se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circunsición ni incircunsición, bárbaro ni escita, siervo ni liebre, sino que Cristo lo es todo y en todos.” Mensaje: No nos mintamos más. O seguimos vestidos del viejo hombre, viciado del Hacer y Demostración, o nos revestimos del nuevo hombre que se va renovando hasta el conocimiento pleno del Jesús que no conoce de grados, cargos o niveles. Palabra de Dios.

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