viernes, 14 de marzo de 2008

Tiempo Cumplido


Génesis 6. Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,

¿Se ha expandido en evangelio en los últimos tiempos? Diremos que sí. Los hombres creyentes se han multiplicado. No hablamos de la multiplicación a nivel de iglesia local, porque a medida que el evangelio comenzó a expandirse también comenzaron a nacer las nuevas iglesias, o sea, como dice este texto: les nacieron hijas.

que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

Observemos que aquí aparece una distinción entre los hijos verdaderos del Dios verdadero, y los hombres por otro lado. El evangelio se esparció, los hombres se multiplicaron, las iglesias comenzaron a nacer y a multiplicarse. Con todo esto, los hijos de Dios vieron con buenos ojos a las iglesias, y vieron que eran hermosas y conforme al gusto de cada uno, comenzaron a escoger entre ellas.

Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; más serán sus días ciento veinte años.

Ahora podemos entender el porque de la distinción. El hombre es la carnalidad, nacido de la carne. Los hijos de Dios son lo espiritual, nacido del espíritu. Según la traducción de la Biblia podemos encontrar una diferencia en lo dicho por el Señor. Pero lo que en definitiva aquí dice es que el Espíritu del Señor no obrará con el hombre para siempre. Primero porque el hombre simplemente es carne. Y segundo porque sus días de gloria y esplendor están contados y Dios determinó que tienen un fin.

Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

Luego de la unión de los hijos de Dios, con las hijas de los hombres, o sea, la iglesia, nacieron hijos. Estos hijos son las generaciones de valientes, y hombres de renombre y fama, que se convirtieron en gigantes “espirituales” y de referencia para muchos.

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre sobre al tierra, y le dolió en su corazón.

La carnalidad se ha esparcido en gran manera. Abierta la puerta de la carne, también se abre la puerta a lo demoníaco. Todo esto genera un mal que se multiplica, daña, corrompe, lastima y mata. Todo esto primero, hirió el corazón de Dios y sintió pesar.

Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

El tiempo de Dios ha llegado. Dios ha determinado raer, barrer, quitar, y separar lo falso de lo verdadero, esto es juicio de Dios. Quizás los hombres muestren que nada los detiene, y que aún, sus propósitos se cumplirán. Esto solo da voces de que ya fueron barridos.

Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

Noé ya no es un gigante o un referente espiritual, sino una generación que halló gracia, y el favor de Dios para traer consuelo y descanso a todas las victimas de los hombres, de la carnalidad y del sistema. Ya es tiempo.


v.9 “…Noé: varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.”

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