Salmo 74:4 “Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus divisas por señales.”
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Muchos cristianos ingenuos andan por ahí aún, creyendo en la voz de aquellos siervos que vociferan, gritan, y hacen todo ademán de autoridad.
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¿Por qué creemos fácilmente en la profecía casi mística de hombres autodenominados profetas por mas descabellada que sea? Pero a la hora de creer en la Palabra que dice que los enemigos de Dios están entre nosotros y hasta predican, evangelizan, enseñan y profetizan, eso si que no creemos. Hasta nos cansaríamos de reprender al diablo que nos susurra cosas, la rebeldía o lo que fuere.
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La Biblia nos enseña a no pensar más de lo que esta escrito, por lo tanto este pasaje no necesita mucho comentario. Lo que sí me gustaría es aclarar lo siguiente:
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Una divisa es una señal exterior para distinguir personas, grados u otras cosas. Esto se puede comprobar con cualquier diccionario.
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Claramente podemos darnos cuenta si estamos ante enemigos de Dios, si estamos frente a un clero que distingue o diferencia las personas por grados.
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Dios no hace acepción de personas y llegar al conocimiento pleno y maduro de Dios, es saber que Cristo lo es todo y en todos.
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Por lo tanto el Señor no conoce de distinciones ni grados.
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¿Cuáles son las señales que te siguen? ¿Las que siguieron a Jesús o tus propias divisas exteriores?
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